lunes, 8 de septiembre de 2008

La historia del oso

Una historia de E.E.U.U 100x100 real contada por un amigo de ruta (Ismael). de lo que nos aconteció en Yosemite.


Buenas !!!

En estos días habré contado la historia del oso unas 1000 veces a la gente con la que he podido quedar. A aquellos que les hablo de mis vacaciones vía email les mando el relato del oso y creo que por las respuestas recibidas se hacen una ligera idea.

Os mando a vosotros también mi visión de aquella noche para que recordéis un poco y os riáis de las múltiples peripecias que vivimos.

Antes de salir de viaje rumbo a EEUU y viendo el plan que había de acampar en Parques Naturales y demás, solía bromear con la gente ante la posibilidad de encontrarnos con el oso Yogui y demás, ji,ji que risa. Pues lo que en un principio sonaba mucho a coña resultó no serlo tanto.

Para ponernos un poco en situación de lo que fue esta aventura. Todo esto se sitúa en Yosemite, es un parque natural enorme y precioso. Para que os hagáis una idea, es tipo Yellowstone.

El día en cuestión madrugamos bastante y conseguimos montar las tiendas de campaña en un camping céntrico de Yosemite. Allí los camping están compuestos por una pequeña explanada para aparcar el coche, en frente una mesa, un espacio para montar las tiendas de campaña y una caja anti-osos, todo ello en mitad de un bosque inmenso. En estas cajas anti-osos siempre nos insistían que teníamos que meter todas las noches la comida y nunca, nunca, dejar ningún tipo de alimento ni en los coches ni en las tiendas de campaña.

Ese día acampamos, metimos toda la comida en nuestra caja anti-oso y nos fuimos de excursión a ver las secuoyas. Cuando regresamos al camping a eso de las 22:30 estaba todo a oscuras y todo el mundo durmiendo.

Después de estar todo el día fuera haciendo una ruta, llegamos con hambre y decidimos sacar comida de la caja y zampar algo. Mientras estamos sentados cenando uno dice que ha escuchado algo, otro que ha visto una sombra y el resto bromeamos que si es un oso que viene a papear con nosotros un delicioso sándwich con pan duro, de atún con tomate. Ji,ji que risa.

En esto que uno de nosotros se levanta y dice que entre las piedras hay algo. La gente se pone muy seria y empieza a recular hacia el coche. Yo no veía nada pero casi por inercia me dirijo hacia el coche por si acaso. Empiezo a sospechar que no es una broma cuando veo a la gente pálida y saltando de cabeza al interior del coche.

En esto que veo el reflejo de unos ojos en la oscuridad y acto seguido aparece un señor oso, para mi enorme, de entre nuestras tiendas de campaña. Joder que impresión es ver a un bicho de estos a escasos metros de ti y sin ninguna verja que te proteja.

¿Que hago? Tengo varias opciones.

- Entrar en el coche. Imposible. Veo demasiado bulto empujando desde la puerta para entrar. Creo que están a punto de batir el record guinness de gente dentro de un coche. ¿por qué seré siempre el último en coger las NO bromas?

- Meterme en el maletero. No puedo, están todas nuestras mochilas dentro

- Salir corriendo. No!!!!! En el manual de jóvenes castores aparece perfectamente detallado que no es recomendable correr delante de un oso.

- Atacar al oso. Mierda no tengo la navaja suiza a mano.(Comentario irónico).

Con lo cual me decanto por subir al techo del coche esperando que el oso crea que el Hyndai Sonata está tuneado con un nuevo alerón. Desde esta perspectiva veo como el oso se acerca a nuestra mesa iluminada por una lámpara y los faros del coche a escasos 5 metros. Planta los patas delanteras en donde estábamos sentados y empieza a comerse todo lo que había encima de nuestra mesa.

Encalomado en el techo del coche doy pequeños golpes para que me hagan un hueco los que están dentro del coche. En esta que se abre mínimamente la puerta del copiloto y me introduzco dentro. 10 personas dentro del coche, solo falta la música del Que Apostamos y a Ramón García diciendo: prueba superada!!!

Bien ya estamos todos a salvo. Mierda falta Diana. ¿Dónde está Diana? Echamos un vistazo al otro coche y vemos a Diana sola dentro del otro coche. ¿Cómo es posible que un coche de 5 plazas entren 10 personas y en una inmesa furgoneta de 8 plazas solo entre Diana?

Diana desde la furgoneta nos invita a acompañarla. Después de pensarlo mínimamente, se nos quitan las ganas de salir fuera al ver que el oso sigue en nuestra mesa comiendo a escasos metros de los coches.

En esta que decidimos ir a buscar al Ranger para avisarle que hay un oso en el camping y que está en peligro nuestras vidas y las del resto de gente del camping.

En el camino hacia la caseta del Ranger nos encontramos con una chica que entra en el camping en su 4x4. La hacemos parar y la advertimos:

Hay una “cerveza” dentro del camping

El pensamiento de la chica sería 10 personas dentro de un coche asustados por el ataque de una enorme cerveza, ¿Estos que se han fumado?. Después la explicamos que no queríamos decir Beer sino Bear, con lo que la chica para el coche en la entrada del camping mientras nosotros vamos a buscar al Ranger.

Llegamos a la caseta del Ranger y Jokin sale hablar con él. Menos mal, ya estamos salvados. Ya me imagino la escena del oso huyendo del camping mientras un helicóptero le enfoca con una potente luz y le disparan dardos tranquilizantes desde un jeep a lo Jurassic Park.

Jokin vuelve de hablar con el Ranger y nos traduce la conversación. Que tenemos que asustar al oso nosotros, guardar toda la comida en la caja anti-oso y demostrale que ese es nuestro territorio. Esto nos lo dice mientras el Ranger regresa a su caseta.

¿Pero que me está contando? ¿Dónde está el helicóptero y los dardos tranquilizantes? ¿Pero que mierda de Rangers tienen en California? Si estuviéramos en Texas seguro que Chuck Norris se liaba a tortas con el oso hasta expulsarle del camping.

Jokin nos traduce que el Ranger nos ha dado los pasos a seguir para expulsar al oso.

Ah !!! Si tenemos estrategia a seguir no hay problema.

Bueno, la táctica es juntarnos los 11, levantar los brazos para que el oso crea que somos más grande que él y gritarle algo así como UH!!! UH,UH,UH !!!!

Estamos de coña, no? Silencio que hace entrever que esto va en serio.

Pues nada, de vuelta a nuestro sitio de acampada. De camino nos encontramos a la tía del 4x4 y la contamos nuestra estrategia para asustar al oso y sutilmente la insinuamos que puede acompañarnos en nuestra aventura. La respuesta de la tipa es: “Good Luck”. Que para aquellos que no sepan inglés viene a ser algo así como: “Ni de coña me bajo yo del coche, para asustar a un oso o cerveza con esta panda fumaos”.

Total que llegamos a nuestra zona de acampada en donde sigue nuestro amigo el oso comiendo al lado de la mesa. Intentamos asustarle tocando el pito del coche pero ni se inmuta.

Puff !!! Toca hacer lo indicado por el Ranger que se supone que sabe de estás cosas. Pues nada nos bajamos del coche, nos juntamos los 11 del viaje, levantamos los brazos y .... y si en ese momento el oso mete un rugido nos hacemos todos caquita.

Pero bueno, que estamos los 11 juntos, con los brazos levantados, el oso nos mira y nosotros empezamos a gritar UH!!! UH,UH,UH !!!!

El oso, no se si por miedo o porque se escojonaba de risa al vernos, pero sale huyendo entre nuestras tiendas de campaña. Nosotros ya nos crecemos y seguimos gritando UH!!! UH,UH,UH !!!! mientras otros se apresuran a guardar toda la comida dentro de la caja anti-oso.

Bien, ya tenemos al oso asustado y la comida guardada en la caja. Solo nos falta marcar el territorio. Muy bien yo tengo ganas de mear con lo que un par de meadillas estratégicamente situadas y territorio marcado.

No, con eso no vale, hay que asegurarnos que el oso definitivamente se ha ido. Con lo que decidimos atravesar el camping en la misma dirección en la que ha huido el oso y ya de paso ir al servicio que están a unos 500metros.

Para ello nos volvemos a agrupar los 11 y alumbrando con dos linternas nos adentramos en la oscuridad del bosque. A mitad de camino.... He visto una sombra a la derecha. Alumbramos con la linterna, levantamos los brazos, UH!!! UH,UH,UH !!!! Hemos dejado a la tienda de campaña de los franceses casi tan acojonada como al oso.

En ese momento nos dimos cuenta que estábamos en mitad del bosque sin ningún sitio cercano donde refugiarnos y con un oso suelto por el camping. La tensión se palpaba en el ambiente cuando notabas que nos agarrábamos con fuerza los unos a los otros. Estas cosas unen y mucho

Llegamos al servicio y hacemos turnos de vigilancia para cubrir la retaguardia y evitar que el oso aproveche ese momento para atacarnos.

De vuelta a nuestra zona de acampada se repite la imagen, los 11 juntos, sombra, iluminación, brazos en alto, UH!!! UH,UH,UH !!!!

Por fin llegamos a nuestra zona de acampada y llegamos a la conclusión que no solo hemos asustado al oso sino que además hemos marcado nuestro territorio. Muchachos, somos grandes.

Y ahora, vamos a dormir.

- Esto.... ¿dónde dormimos?

- Pues en las tiendas

- ¿Cómo en las tiendas? ¿En la tiendas de campaña?

No se, voy con un grupo de arquitectos y es posible que yo, que no se mucho del tema, no alcance a ver una férrea estructura en las tiendas de campaña, pero para mi que los dos palos y unas telas no ofrecen mucha resistencia.

Nada, pues a dormir a las tiendas. Nos metemos en las tiendas y al principio es todo risas recordando los mejores momentos de esa noche pero poco a poco se va haciendo el silencio y te da por pensar.

¿Y si en estas vuelve el oso?

Porque sabe que tenemos comida y se le veía con hambre

¿Y si no ha huido y solo ha ido a buscar refuerzos?

¿Y si ve que la comida esta guardada y le da por comer otro tipo de comida más fresca?

Después de pensar en mil paranoias y cuando el sueño te empieza a vencer, te autoconvences que te da lo mismo estar despierto o dormido. Que si escuchas venir al oso lo que puedes hacer es ..... es subir un poco la cremallera del saco de dormir, cerrar fuertemente los ojos y confiar en el poder de la mente mientras piensas: “que vaya a la tienda de los franceses, que vaya a la tienda de los franceses”.

Ya cansado y muerto de sueño te quedas dormido pero con el oído alerta y en mitad de tus sueños escuchas un gruñido. Abres los ojos como platos, cierras el saco de dormir, te encoges, y cuando estás deseando el ataque del oso a la tienda de los franceses te das cuenta que no es un gruñido sino un ronquido.

Que uno escucha un ronquido acampando en la sierra de Gredos y sabe que es un ronquido pero un ronquido en Yosemite, después de la experiencia vivida, uno ya se imagina cualquier cosa.

Así pasamos toda la noche, entre el sueño y la vigilia y entre la risa y el nerviosismo.

A la mañana siguiente hubo gente que escuchó al oso volver y dar golpes a la caja anti - oso pero al menos por mi parte se puede decir aquello de ojos que no ven..... mal rato que te ahorras."

Se que todo lo contado parece sacado de una historieta de ficción pero os puedo asegurar que es 100% real.

Después de todo esto y si mi experiencia os puede servir de algo os diré que si tengo que elegir prefiero ser atacado por una gran cerveza.

Nada más señores arquitectos espero que os hayáis reído tanto como yo recordando aquella aventura y que..... y que ha sido todo un placer vivirla con ustedes.

1abrazo

2 comentarios:

Pantagruel dijo...

El osos pardo de Yosemite contra la araña negra de Moratalaz!

María dijo...

Jo, qué rato de risa... y qué panda de valientes! A mí hubiese tenido que venir el Ranger a sacarme del coche del qué apostamos... Antes muerta de asfixia que deborada por un oso!! Pero lo de subirse encima del coche a lo alfombra mágica me ha impactao!!! jajaja

Madre mía, qué experiencia!